Fragmentos de política: El papel de la atención primaria en el envejecimiento de la población

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El papel de la atención primaria en el envejecimiento de la población

El 13 de abril de 2015, tengo el privilegio de asistir a la Cumbre Mundial de la Salud en Kyoto, por invitación de un funcionario de una de nuestras organizaciones miembro (el Dr. Tesshu Kusaba, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Japonesa de Atención Primaria, con el apoyo del Dr. Ryuki Kassai). Entre otros compromisos, voy a ser parte de un comité sobre "Atención Primaria en el Super-envejecimiento de la sociedad'. Prepararme para ello me ha llevado a las siguientes conclusiones:

Muchos países de ingresos medios y altos están consiguiendo un descenso de la mortalidad y más oportunidades sociales y médicas para prevenir la mala salud. La gente está viviendo más tiempo, y hay más tratamientos para enfermedades de larga duración, tales como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, que permiten mantener la salud y una buena calidad de vida a pesar de las enfermedades crónicas. Sin embargo, también son más las personas mayores con mayores costes de atención médica y social en general en la vida adulta; y, en los países con las tasas de natalidad reducidas, también hay menos personas disponibles para cuidar de ellos en casa. Así que hay una mayor necesidad de que la sociedad encuentre nuevas formas de mantener la calidad de vida y la actividad a pesar del envejecimiento.

Vamos a argumentar que, por tanto, los servicios de salud necesitan ser fortalecidos a través de la atención primaria. Como Barbara Starfield escribió una vez (1):

"El logro de la equidad en los servicios de salud y la salud es un imperativo en todas partes. La atención primaria es de por sí un nivel más equitativo de la atención que otros niveles de atención. Es menos costosa (por lo tanto, ahorra recursos que podrían destinarse a brindar mejores servicios a las poblaciones más desfavorecidas), y a través de sus principales características, se estrechan las disparidades en salud entre los más y los menos favorecidos...".

Nosotros también (¡aún!) tenemos que argumentar que la medicina de familia es un componente esencial en la atención primaria para lograr excelentes resultados para la "sociedad del súper-envejecimiento”: esto se debe a que los médicos de familia pueden hacer frente a la evaluación y la gestión de múltiples problemas de salud, lo que ayuda a la relación coste-efectividad de la atención primaria. Como Margaret Chan, dijo (2):

"En ausencia de un médico de familia a cargo de la atención total, el tratamiento por parte de varios especialistas en los hospitales puede llevar a la duplicación de los estudios y los procedimientos, y los riesgos de interacción con otros medicamentos a los cuales los mayores son propensos"… y añadió: "el mundo necesita más médicos de familia!".

Los médicos de familia son médicos generalistas situados en la comunidad en la que han sido formados, para tratar con la gente durante todas las etapas de la vida: un generalista que puede hacer frente a todo tipo de problemas de salud en la primera toma de contacto. Ofrecemos un servicio que es "integral, accesible, se centra en una comunidad específica, permite la continuidad en el tiempo y se centra en el cuidado de las personas, no en determinadas partes de su cuerpo o enfermedades".

Los encargados de asegurar este servicio para las personas mayores pueden actuar en el paciente individual, en el profesional, en el equipo, en la comunidad, a nivel de la sociedad y del sistema de salud. Todo ello incluye la formación de médicos y enfermeras en las comunidades que están en contacto regular con los ancianos; esto reduce los estereotipos y da experiencias positivas de la sabiduría y la capacidad de recuperación de las personas mayores. También es una oportunidad ideal para aprender a manejar las comorbilidades eficazmente en entornos que no son de emergencia, y para apreciar que algunos de los problemas específicos del envejecimiento y la fragilidad (por ejemplo, la osteoporosis, las cataratas, las caídas) no son los mismos que las enfermedades crónicas.

Nuestro diseño de servicio clínico necesita ayudar a las personas mayores y ser integrado en torno a la persona y no a sus enfermedades. El acceso, la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad todo cuenta, al igual que la combinación de capacidades necesarias para satisfacer las necesidades sociales y de salud de las personas mayores. Hay, por supuesto, un papel para los médicos de familia, enfermeras y auxiliares de atención de salud; pero también en este grupo de edad es importante las necesidades de apoyo social y la atención comunitaria, la consulta en el domicilio y el cuidado de enfermería, así como la interlocución con otros servicios y especialidades. Las tecnologías remotas, el apoyo local de la comunidad, la atención domiciliaria, la vivienda y un buen transporte público, todos pueden revolucionar la vida y el estilo de vida de la persona mayor. Los sistemas de salud necesitan incentivar y premiar el buen cuidado de las personas mayores, tanto en el sector de la atención primaria como en el hospital: esto puede significar asignación adicional de recursos, capacitación e impulsores de control financiero, tales como medicamentos sin coste para mayores de 65, o planes de atención anuales incluyendo vacunas y revisiones de enfermedades no crónicas.

Al final, la buena atención primaria de salud que ofrecemos a las personas mayores refleja el valor que damos a nuestros mayores; el retorno que ofrecemos por su contribución y los recursos que todavía nos brindan. Es una prueba de las sociedades civilizadas, un imperativo moral y lo que esperamos para nosotros mismos en nuestra vejez. Los pacientes pueden ayudarnos estando bien informados, ejerciendo su auto cuidado cuando sea posible, y ayudando a los demás en la comunidad.

En conclusión, la atención primaria para una sociedad que súper-envejece debe:

• Mantener el cuidado de los ancianos como parte de su función básica.
• Contar con los recursos para dar una gran atención de salud a la comunidad local de una manera que sea rentable y completa.
• Incluir enfermeras y otros trabajadores de la salud.
• Trabajar conjuntamente con otros recursos de la comunidad y del hospital, pero evitando el ingreso hospitalario en lo posible.
• Habilitar a los pacientes y a sus familias para que vivan bien durante tanto tiempo como sea posible.

Volveré después de la reunión con nuevas ideas, nuevos contacto y a la espera de ver Japón en primavera. (Y para los que afrontáis ahora el otoño e invierno... ¡Nos vemos en el otro lado!).

Amanda Howe.

1. Starfield, B, SHI, L. and Macinko, J. (2005), Contribution of Primary Care to Health Systems and Health. Millbank Quarterly, 83: 457-502.
2. M. Chan Pers. Comm. – Speech to the Hong Kong Academy of Family Physicians 2013.